Francisco Javier Gómez Cordero, Responsable de Talento y Desarrollo de Personas en Hijos de Rivera, S.A. (Estrella Galicia)
Lo
primero que hice al escribir este texto fue curiosear la procedencia de
la expresión “meterse en camisas de once varas”. Parece ser que, en la
Edad Media, aquellos padres que adoptaban un hijo lo hacían pasar por la
manga de camisas muy grandes para sacarlo por el cuello. Esto
simbolizaba la aceptación de la adopción, al mismo tiempo que la
asunción de esta seria responsabilidad.
No, en este post no se trata de meterse en problemas o de asumir más responsabilidades, sino más bien, y hablando de una forma muy genérica, de desarrollo profesional. He intentado recopilar 11 acciones muy recomendables que puedes emprender si quieres completar tu desarrollo profesional (que como es “tuyo”, se podría llamar autodesarrollo):
Asume nuevas tareas. Ofrécete para ese tipo de trabajos que a veces nos proponen y que están en tierra de nadie. Puede que todas las personas de tu departamento estéis con mucha carga de trabajo y, de repente, vuestro jefe pronuncie el típico “quién puede hacer esto” o “quién puede ayudar a”. Es el momento de dar un paso adelante. Tienes mucho que ganar.
No, en este post no se trata de meterse en problemas o de asumir más responsabilidades, sino más bien, y hablando de una forma muy genérica, de desarrollo profesional. He intentado recopilar 11 acciones muy recomendables que puedes emprender si quieres completar tu desarrollo profesional (que como es “tuyo”, se podría llamar autodesarrollo):
Asume nuevas tareas. Ofrécete para ese tipo de trabajos que a veces nos proponen y que están en tierra de nadie. Puede que todas las personas de tu departamento estéis con mucha carga de trabajo y, de repente, vuestro jefe pronuncie el típico “quién puede hacer esto” o “quién puede ayudar a”. Es el momento de dar un paso adelante. Tienes mucho que ganar.
Innova, investiga, lleva a cabo
propuestas para realizar las cosas de otra manera más eficiente. No te
limites a hacer lo de siempre, porque ha funcionado o porque eres muy
bueno en tu terreno. Te llevará un tiempo pensar e investigar una forma
mejor de hacer las cosas, pero esto no hará sino enriquecerte a ti (y a
tu empresa en el caso de que acepten llevar a cabo tu propuesta…).
El tan manido concepto de “los idiomas”.
Nunca es suficiente. Si te atrae, busca tiempo y modo de ampliar tu
nivel o incluso de comenzar con un nuevo idioma. De esta manera
minimizas las posibilidades de que, ante un nuevo reto internacional en
tu empresa o una oportunidad laboral para una posición en una
multinacional, tu candidatura sea rechazada.
Procura seleccionar algún evento,
congreso o ponencia en la que merezca la pena estar. Por mucha
experiencia que tengas y hayas lidiado en muchas plazas, se suelen sacar
dos o tres ideas interesantes que moldear para poner en práctica. Eso
al margen de las personas, ponentes o gurús con los que allí puedas
coincidir. Le sacarás más partido si son presenciales, sin despreciar
los “virtuales” o típicos webinars en los que también tienes que estar.
Investiga qué formación académica o
superior te falta. Puedes descubrir una certificación reconocida en tu
sector o profesión que te ayudaría a asumir más responsabilidades, a
liderar determinados proyectos o a tener mayor oportunidad de cara a una
movilidad (incluso internacional).
Amplía tu red interna. Quiero decir que
“hables” con otras personas de tu empresa cuando tengas ocasión. Un
simple “tú dónde trabajas”, “dónde estás”, “qué es lo que hacéis”… No
sólo te ayudará a entender mejor tu negocio y a tener mayor visión, sino
también a identificar personas (algunas de ellas clave) en otras áreas
que te podrán resultar de ayuda.
Ofrécete cuando exista la posibilidad de
participar en proyectos multidisciplinares (otras veces los llamo
multidepartamentales). El caso es que a veces surgen en las
organizaciones proyectos en los que se requieren diversas capacidades,
profesionales de distintas disciplinas que trabajen juntos un tiempo
para llevar a cabo un proyecto. Se aprende mucho, no sólo técnicamente,
sino también en términos de competencias y habilidades. Además ayudas en
buena medida lo comentado en la vara nº 6 anterior.
Amplía tu red externa. Detecta grupos,
redes, debates relacionados con tu área de interés. Sí, hay que
dedicarle un tiempo, pero es impagable la información de valor que
puedes obtener (en forma de recomendaciones, consejos, documentación,
casos de éxito, benchmarking…). Y mucho mejor ser activo y participar
(aportas, compartes y tienes visibilidad); será un boomerang que vuelve
en tu favor.
¿Siempre quisiste realizar alguna labor
humanitaria o voluntariado? Tienes muchas posibilidades, con un tiempo
de dedicación variable que se adapta a tu realidad. Aquí se desarrollan
un buen número de competencias que complementarán las que ya tienes (e
incluso dominas) en el mundo profesional.
La literatura. Y no cualquiera, sino
aquella que te facilita conocimiento de qué está pasando y lo que ha de
venir. Me refiero a libros profesionales de tu sector, newsletters,
periódicos, revistas e incluso estudios, investigaciones, libros
blancos… Si son numerosos, selecciona y, sobre todo, anota en algún
sitio lo que te parezca más representativo y la referencia donde puedes
encontrarlo (organización y gestión del conocimiento).
Bucea en la gran oferta de MOOC’s
(cursos masivos abierto en modalidad online) e inscríbete en alguno
interesante. El conocimiento que se comparte resulta ser relevante en
algunos de ellos y el volumen de alumnos que participan, los hacen
extremadamente enriquecedor en algunas ocasiones. Sin olvidar que
aquellos impartidos desde algunas Universidades extranjeras de
prestigio, aportan contenido innovador o tendencias más actuales de tu
sector.
Ya que a buen seguro han de existir
muchas más “varas”, ¿qué otras acciones se te ocurren o has puesto en
marcha para completar tu desarrollo profesional?
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