miércoles, 19 de noviembre de 2014

8 veces en las que Sherlock Holmes tuvo razón acerca de los negocios

Pocos personajes, ni reales ni ficticios, han hecho gala de un pensamiento científico tan certero y eficaz como el que Sherlock Holmes exhibía en sus aventuras. Este personaje nacido de la pluma de sir Arthur Conan Doyle dedicaba su mente privilegiada y su enorme capacidad analítica a la lucha contra el crimen, pero, poca duda nos cabe de su éxito en cualquier otra faceta que hubiera asumido, incluyendo por supuesto  los negocios… al menos desde la teoría.

Si tomamos muchas de las citas que aparecen en sus novelas vamos a encontrar desde luego un paralelismo importante en la aplicación del significado al mundo del negocio y de la empresa. Éstas son ocho sentencias del genial detective que perfectamente podrían ser firmadas por los mayores empresarios de éxito internacional en la actualidad.

 Holmes y los negocios

1. “Es más fácil saber qué hay que explicar que explicar por qué lo sé”

Hay una frontera débil entre la intuición y la capacidad de saber algo incluso antes de saber verbalizarlo. El talento natural precisamente potencia esto último, una virtud que cuando además permite poner la idea en marcha, darle forma y aprovecharla, suele generar esos magníficos resultados que hace que los demás nos preguntemos aquello de ¿y por qué no se me ocurrió a mi?

2. “Teorizar antes de tener todas las pruebas es un error capital. Se desvía el juicio”

Totalmente complementaria a la frase anterior. La intuición por sí sola no es un elemento confiable. Pensar que estamos ante una buena idea simplemente por un juicio intuitivo, sin el contraste con la realidad, es precisamente el principio del fin de muchas ideas de negocio.

3.  ” Nunca presupongo, es un habito sorprendente, destructivo para la facultad lógica”

No presuponer, nunca tratar de adivinar, basar siempre las decisiones finales apoyándolas en pruebas lo más solidas que se pueda.

sherlock-holmes Y LOS NEGOCIOS4. “Las pequeñas cosas son infinitamente más importantes”

Realmente son las pequeñas cosas las que acaban decidiendo grandes asuntos. En los negocios las pequeñas señales o los pequeños detalles pueden marcar diferencias verdaderamente grandes; un número equivocado aquí, un plazo vencido allá, una reunión pospuesta…

5. “Nunca se fíe de las impresiones generales, muchacho, concéntrese en los detalles”

Si todo funciona perfectamente es que no estamos revisando el detalle suficientemente. Esta es una máxima perfectamente aplicable a cualquier parcela pero que en el caso de los negocios adquiere mayor certeza si cabe. Las impresiones generales, desprovistas del análisis del detalle, tienden a ofrecer panoramas que a veces pueden ser ligeramente engañosos y en ocasiones totalmente falsos.

6. “Equilibramos las posibilidades y elegimos la más probable. Es el uso científico de la imaginación”

Incluso cuando no existe un método de evaluación científico o lógico, debemos ser capaces de evaluar a partir de las diferentes posibilidades y elegir aquella que prometa más posibilidades de éxito en su aplicación.

7. “Ven si es conveniente – si es inconveniente ven de todos modos”

La contundencia, la persistencia y el convencimiento son elementos imprescindibles en el mundo de los negocios, del mismo modo que se tiene que ser capaz de aplicar la flexibilidad máxima en determinados aspectos, ser capaz  de ser contundente cuando resulta necesario es sin duda un punto de valor muy importante.

8. “Todo en este mundo es relativo, mi querido Watson”

Hoy más que nunca efectivamente todo es relativo, ya nada es unitario y todo está conectado, máximas que necesariamente tienen que estar presentes dentro de nuestro concepto de negocio e incluso en el devenir diario del mismo.


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