Científicos han analizado las voces de líderes empresariales y políticos para determinar las claves de un discurso potente
La voz de un ejecutivo puede ser una parte fundamental de
lanzamientos de productos, reuniones de ventas y asambleas de
accionistas. En la foto, el difunto ex presidente ejecutivo de Apple
Steve durante la presentación del iPhone en Berlín.
Corbis
Los científicos están estudiando el poder de la palabra oral, en busca de los secretos del carisma.
Al
analizar las armonías del tono, la frecuencia y el timbre de la voz,
investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA)
están descubriendo la forma en que los oradores carismáticos usan sus
voces para dominar, entusiasmar e influenciar una audiencia de gran
tamaño. Están encontrando que los políticos exitosos en países como
Italia, Francia y Brasil, comparten cualidades vocales clave que afectan
mucho la forma en que la gente responde a ellos, más allá del
significado de las palabras que dicen o de las ideas que expresan.
En
otro análisis de algunos prominentes líderes empresariales, los
investigadores hallaron patrones carismáticos en los discursos del
presidente ejecutivo de
Apple Inc.,
Tim Cook,
y del fallecido cofundador de la empresa Steve Jobs.
Para
los expertos en discursos, la voz es un instrumento con un raro poder
persuasivo, afinado por la evolución y la cultura para comunicar mucho
más de lo que connotan las palabras. Algunas personas simplemente nacen
con las cualidades carismáticas que dominan o inspiran confianza, pero
los investigadores están seguros de que al menos algunos de estos
elementos acústicos pueden aprenderse.
“Uno
tiene la capacidad de moldear su voz de una forma que haga que la gente
lo perciba como un líder”, dice Rosario Signorello, científico acústico
de UCLA quien realizó los experimentos sobre carisma. El investigador
presentó su trabajo recientemente en Indianápolis durante la conferencia
anual de la Sociedad Acústica de Estados Unidos. “Se aplica a
políticos, presidentes ejecutivos, a todos los que aspiran a una
posición de liderazgo”, aseveró.
Por
supuesto, el liderazgo en cualquier ámbito es mucho más que sólo ruido.
Por ejemplo, no todos los hombres de negocios exitosos mostraron
patrones carismáticos en discursos públicos, según el análisis de los
investigadores.
En la política y los
negocios, hablar en público tiene una influencia en particular. Los
votantes, por ejemplo, suelen favorecer a candidatos con voces más
graves, sugieren varios estudios. Los presidentes ejecutivos con tonos
de voz más profundos suelen manejar firmas más grandes, ganar más dinero
y durar más en sus cargos que sus pares con tonos de voz más altos,
establecieron estudios de la Escuela de Negocios Fuqua, de la
Universidad de Duke.
“Deben existir
marcadores en su voz innata”, dice William Mayew, profesor de
contabilidad de la Universidad de Duke quien estudió la forma en que el
tono de voz puede afectar las perspectivas de empleo, la administración
de una firma y la confiabilidad de los informes financieros. “No sólo
recibe emoción, sino también información sobre el tipo de persona con la
que está tratando”.
Estas señales no
verbales pueden revelar ocasionalmente más de lo deseado. Al analizar
muestras de discursos de presidentes ejecutivos grabados durante
conferencias telefónicas con analistas de inversión, Mayew identificó
pistas vocales involuntarias que sugerirían un posible reporte de
ganancias incorrecto.
Las nuevas
investigaciones sobre el carisma surgen de los esfuerzos para comprender
la relación entre la acústica vocal y la psicología de la percepción.
“Nuestra voz le transfiere nuestra esencia a los demás”, indica Bruce
Gerratt, fisiólogo del habla del Laboratorio de Percepción de la Voz de
UCLA. “Una parte es intencional, otra inconsciente y otra biológica”.
En
sus experimentos, Signorello analizó grabaciones de discursos de
líderes en francés, italiano y portugués, incluidos el presidente de
Francia,
François Hollande,
y el ex presidente brasileño
Luiz Inácio Lula da Silva.
Para aislar las propiedades
acústicas, Signorello usó un sintetizador de voz para eliminar el
significado de las palabras pronunciadas. La frecuencia, intensidad,
cadencia, duración y otras cualidades vocales se mantuvieron intactas.
Luego,
107 voluntarias y 26 voluntarios calificaron el carisma de cada orador
en una escala que incluía 67 adjetivos positivos o negativos. También
fueron evaluados por personas que no hablaban el idioma del orador, para
medir únicamente las percepciones vocales.
En
general, alguien con un tono de voz grave siempre es percibido como
grande y dominante, mientras alguien que emplea un tono más alto es
percibido como pequeño y sumiso. Al hablar ante una multitud, los
líderes políticos solían forzar su voz a los extremos, con una amplia
variación de frecuencias, dijo Signorello. Estos líderes adoptaron un
tono completamente distinto al hablarles a otros políticos destacados o
cuando trataban un tema político.
Los
aspirantes a ejecutivos deberían tomar nota, señala Signorello. “La voz
es una herramienta que puede ser entrenada”, sostuvo. “Los cantantes y
actores capacitan sus voces para alcanzar frecuencias más altas o bajas.
Un líder u orador debería hacer lo mismo”.
Hasta
ahora, el experto sólo ha realizado pruebas con voces masculinas y sus
hallazgos podrían no aplicarse a la forma en que hablan las mujeres. El
investigador ha comenzado a reunir muestras de discursos para analizar a
líderes femeninas.
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