Cada vez más encuestas y estudios internacionales concluyen que la
satisfacción laboral aumenta, pero también lo hace la determinación de
los empleados de cambiar de trabajo o de empresa. La cuestión es si
tiene sentido hoy esta reinvención profesional.
Los empleados tienden a estar cada vez más satisfechos en sus
trabajos, pero aun así planean un cambio". La revista Fortune planteaba
recientemente esta inquietante y contradictoria tendencia que lleva a
preguntarse si es momento de aventuras profesionales y de cambio
laboral.
Fortune cruzaba los datos que ofrece la Society for Human Resource
Management acerca de que un 86% de los empleados en el mercado
estadounidense asegura estar satisfecho en su actual puesto de trabajo,
con otros que resultan de una investigación realizada por el portal de
empleo Monster.com, que confirma que un 71% de los empleados fijos está
satisfecho con su empleo, aunque un 73% está pensando en cambiar de
puesto o de empresa.
Lo cierto es que no tiene nada de particular, y que el hecho de
rastrear un trabajo desde el que ya se tiene es, según los expertos, lo
más normal del mundo. Otro estudio del portal de empleo CareerBuilder
-también referido al mercado estadounidense- revela que allí el 74% de
los trabajadores busca activamente un nuevo empleo y está abierto a
nuevas oportunidades laborales. Curiosamente, la búsqueda de trabajo
ocupa más tiempo incluso que salir de compras, y para decidir en uno y
otro caso, quienes navegan rastreando ofertas laborales utilizan una
media de 15 recursos en su búsqueda, frente a los 11 de quienes se
dedican al shopping.
Búsqueda en España
Josep Ollonarte, director de Randstad Professionals, recuerda que en
nuestro país, tras un periodo negativo, llevamos casi un año de
dinamización del mercado laboral. Ollonarte añade que aquí "un 50% de
los trabajadores podría estar buscando trabajo. Y la mitad de ese 50%
espera encontrarlo en seis meses".
Además, según Randstad, "el aumento de la confianza, la mejora de las
tasas de ocupación y la creación prolongada de puestos de trabajo han
provocado que haya un mayor optimismo en la búsqueda de empleo: esto
ocurre también entre los profesionales que están ocupados y buscan otro
puesto para mejorar su situación laboral o compatibilizarlo con el que
ya tienen. De esta manera, 2015 registró el primer aumento de
trabajadores que buscan otro empleo desde 2010".
Dinero y generaciones
Ollonarte añade que "se pierden los miedos al cambio que se tenían en
2009. Ahora la tasa de ocupación se incrementa. Y la mayoría de quien
pretende una nueva vida laboral quiere una mejora salarial. Ésta es la
prioridad número uno, aunque también se tienen en cuenta las
motivaciones y los retos del nuevo proyecto".
Según el estudio de Monster.com citado por Fortune, "el sueldo es sin
duda uno de los puntos fundamentales de estos cambios. Las compañías se
han centrado en la productividad, lo que significa que muchos empleados
están trabajando mucho más duro que antes de la recesión".
Y la demografía también tiene su parte. Según Monster.com, ahora los
Millennials y la Generación X suponen dos tercios de la fuerza laboral, y
la movilidad aumenta. Un 80% de los empleados entre 25 y 44 años ha
trabajado para su actual empleador durante seis años o menos. Por el
contrario, un 52% de los que tienen entre 45 y 54 años y un 70% de los
que superan los 55 han estado en el mismo trabajo durante seis años o
más".
Si te decides por la aventura del cambio debes reconocer la necesidad
de ser muy flexible. La ubicación geográfica o la disposición a moverte
e incluso a cambiar de sector y de profesión tienen que ver con esto.
En la decisión de abandonar tu trabajo o tu empresa debes incluir la
posibilidad de adoptar nuevas fórmulas laborales, sin ceñirte únicamente
a la empresa tradicional.
Ten en cuenta que llega un boom del empleo independiente, del
profesional multitarea, o de quienes diseñan un 'portfolio' de carreras
-identidades profesionales múltiples- haciéndolas compatibles.
Josep Ollonarte cita además algunas clases de empleados: los experienced (más de diez años trabajando en la compañía); engaged (comprometidos con su trabajo) y talented
(desarrollan un trabajo que responde a su talento natural), para
asegurar que estos empleados sólo representan el 5% del total, aunque
sus resultados son un 35% mejores que los de aquellos que no cumplen
estas características.
En este escenario, los aventureros profesionales han de tener en cuenta la mentalidad de los Millennials,
que se basa en que "mi trabajo es temporal", porque el empleo para
siempre se acabó. Valoran más que nada tener un plan de carrera y
sentirse valorados; han sido formados en la inseguridad de que su
carrera no va a proporcionarles un empleo seguro, y en la necesidad de
adquirir de forma continua nuevas capacidades y habilidades que
respondan a las exigencias de un mercado de trabajo cambiante.
La tendencia es a pensar que "mi carrera está en mis manos, no en la
de mis empleadores". Según Monster.com, "los Millennials están buscando
una nueva aventura, pero los senior también empiezan a abrirse al cambio
laboral".
La respuesta eficaz al mercado laboral cambiante es convertirse en un
nuevo tipo de profesional, desarrollando competencias como la autonomía
y la independencia; siendo más emprendedor; sin olvidar las
competencias que tienen que ver con el liderazgo y el dinamismo, el
trabajo en equipo y la orientación a resultados.
Y en esta aventura del cambio laboral resulta decisivo aplicar nuevos
métodos de búsqueda, porque está claro que el mero envío de currículos,
la consulta de portales de empleo o la misma presencia en las redes
sociales, son cada vez más ineficaces.
Nuevo modelo
El director de Randstad Professionals también destaca que en el 85%
de los casos en los que se da un cambio de trabajo, la motivación se
pierde durante los primeros seis meses: "Ahora son las empresas las que
deben preocuparse de atraer y retener. Activos intangibles como el
talento suponen el 70% del activo de las compañías".
Parece evidente que no es la compañía la que debe buscar la felicidad
de los empleados, porque ésta es una tarea de cada profesional. Pero al
detectar los síntomas que provoca el síndrome del desenganche hay que
actuar para recuperar la ilusión de los mejores y lograr que vuelvan a
sentir orgullo de pertenencia. Se trata de hacer que las personas se
sientan estimadas, que aprecien que la empresa aporta valor a sus vidas
profesionales y personales, y que su esfuerzo tiene sentido.
Muchas compañías pierden contacto con la realidad humana del día a
día del trabajador. Son incapaces de gestionar el uno a uno, no saben
cómo hacer que el profesional se sienta a gusto, y demuestran una
evidente incapacidad de escuchar, de entender y de abrir espacios de
conversación.
Para Ovidio Peñalver, socio de Isavia, "siempre es buen momento para
cambiar de trabajo si sientes que es tu momento, incluso en la crisis
más profunda. Depende de ti".
Nekane Rodríguez, directora general de Lee Hecht Harrison, también
cree que "siempre es buen momento para cambiar de trabajo si hay razones
para hacerlo. Las percepciones de tener éxito hacen que lo intentes. Lo
que marca la tendencia no es la necesidad de cambio, sino la percepción
de las posibilidades de éxito".
Peñalver añade que "hagas lo que hagas, debes saber exactamente cómo
quieres sentirte, qué legado pretendes dejar y cómo deseas que se te
recuerde", y en eso coincide con Nekane Rodríguez, quien asegura que "en
esta aventura es necesario plantearse qué es lo que queremos: en qué
entorno o proyecto queremos trabajar y aportar valor. Qué huella
queremos dejar y cuáles son nuestras motivaciones. El éxito parte de un
análisis honesto de hacia dónde queremos ir y dónde queremos estar
aportando valor".