lunes, 25 de julio de 2016

El miedo a la innovación.

El miedo a la innovación.
Una de las razones de nuestra vida es el cumplimiento de planes, metas u objetivos que solemos tener para vivir la vida que soñamos pero para ello tenemos que vencer los obstáculos internos y externos que nos impiden lograrlas. La falta de conocimientos, habilidades, motivación, autoestima, compromiso auto conocimiento y miedo al fracaso, nos lleva a la mayoría de la gente a ver como se desvanecen por el camino los sueños por los que nos levantamos cada día.
Innovación es una palabra  se ha puesto muy de moda. Todo el mundo habla de innovación, las organizaciones la utilizan como adjetivo de sus propuestas, y parece que se ha quedado uno obsoleto si su proyecto no se arrima a este término tan "prometedor". Esto ocurre en todos los ámbitos: empresarial, social, político…. Pero ¿estamos convencidos para innovar?  ¿Es en verdad tan necesaria como se nos vende? ¿Es algo fácil de hacer?
Para que exista innovación debe existir creatividad, aunque esta por sí sola no garantiza la innovación. No es necesario inventar (aunque eso sería fenomenal), basta tan solo con aprovechar todas las herramientas tecnológicas que el mercado nos pone a nuestra disposición así como tener la capacidad de dirigirnos a un problema que queremos resolver buscando soluciones de fácil medición y entendimiento para que la gestión se acerque más a los objetivos propuestos.
Innovar es cambio, algo inevitable en nuestra vida seamos conscientes o no todo cambia a nuestro alrededor y ante estos cambios nuestra forma de reaccionar al principio es de rechazo por falta de costumbre, desconocimiento y falta de ganas o tiempo en buscar una nueva opción ya que esta situación nos obliga a salir de nuestra zona de confort  por eso son tan famosas las siguientes expresiones  que se dan con bastante frecuencia "Yo soy así y así he sido siempre", "es muy difícil cambiar".
El prolongado estancamiento económico que se inició en el 2008 está provocando desde unos años atrás que las empresas españolas se tengan que lanzar a una mayor competitividad para adaptarse al actual ciclo económico y esto dependerá de las variables en la que se encuentren por su sector o tamaño. Aunque todas tengan que poner especial atención a su desempeño, los procedimientos administrativos, la financiación empresarial, la formación, la innovación, o los factores propios del emprendedor derivados de sus motivaciones, capacidades y habilidades.
Esto exige una nueva cultura dentro de la empresa, más en coherencia con el mundo en que tenemos que sobrevivir ya que si es importante invertir en tener definida los valores de la empresa, su misión, su visión y su cultura más importante es utilizar  sus recursos en construirla sobre los conceptos que he descrito anteriormente con la intención de que sean tus colaboradores con su experiencia, motivación  e inspiración la fuerza que abra el camino.
Las cifras  solas ya no comunican, el convencimiento al colaborador sobre la rentabilidad, el beneficio neto o el flujo de caja  es una comunicación de escaso valor para él, pues lo único que busca son argumentos que les haga crecer personal y profesionalmente con los que pueda tener estabilidad en el tan exigente mercado laboral que les ha tocado vivir. El retenerlos es responsabilidad tuya y que te ayuden a crecer también.

"¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio." 
H.G. Wells


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